viernes, 20 de enero de 2017



La alternativa al adultocentrismo no es el juvenilismo
Por: Tobyanne Ledesma Rivera (@annetoby)

El 10 de enero se aprobó por unanimidad la reserva al apartado E del artículo 16 -sobre los derechos de las personas jóvenes- del Dictamen de Carta de Derechos de la Constitución de la Ciudad de México que, como jóvenes Constituyentes, trabajamos en conjunto mi compañera diputada Patricia Ortiz del grupo parlamentario de MORENA y yo. Paty Ortiz propuso el reconocimiento de la diversidad y heterogeneidad, mientras que por mi parte busqué el establecimiento de la Titularidad de Derechos de las juventudes.

La pregunta es ¿por qué el Dictamen de la Comisión de Carta de Derechos no contenía el reconocimiento de la Titularidad de Derechos y la diversidad? Para poder responder es necesario describir contexto y retos para la elaboración de este Dictamen, que van desde lo logístico y metodológico hasta lo político.
Retos logísticos y metodológicos

La Carta de Derechos representó uno de los contenidos más amplios del Proyecto de Constitución elaborado por el Grupo Redactor.
Se debieron atender cinco grandes audiencias públicas donde participaron 150 grupos sociales;

En la Comisión se debió analizar alrededor del cincuenta por ciento iniciativas ciudadanas y de constituyentes.

Existió falta de claridad en el método parlamentario para elaborar el Dictamen final. Muchas sesiones de la Comisión se enfocaron a discutir cómo se iba a discutir.

El gran volumen de documentos dificultó hacer públicos todos y cada uno de los acuerdos de la Comisión de manera inmediata.
Retos políticos

Desde el inicio del proceso se realizaron fuertes críticas de medios de comunicación, académicos y varios constituyentes al Proyecto de Constitución, sobre todo en materia de derechos humanos.

Buscar conciliar los puntos de vista ideológicos, a veces inconciliables, de grupos de la sociedad civil y partidos políticos, sobre todo en temas como: derecho a la vida, matrimonio igualitario, cannabis, grupos de atención prioritaria, agua, etcétera.
De los veinticinco integrantes de la Comisión de Carta de Derechos, sólo hay una diputada joven, Cinthya López Castro, quien se enfocó principalmente al tema del derecho a la educación.

Todo lo anterior dificultó de manera significativa los debates de todos los temas. La situación fue tal, que la Comisión comenzó a trabajar unas horas antes que terminara el plazo para entregar el dictamen y el tema de la Titularidad de Derechos de personas jóvenes quedó diluido y perdido entre las demás agendas como: ingreso universal, sistema de derechos humanos, mujeres, niñas, niños y adolescentes, personas con discapacidad, vida digna, entre otros.

Al no ser integrante de esta Comisión de Carta de Derechos y notar esta deficiencia -desde mediados de diciembre-, con el apoyo de las siete jóvenes constituyentes que integran la Asamblea se comenzó a trabajar en una reserva y en sensibilizar en este punto a todos los grupos parlamentarios en la sesión del 9 de enero se logró una aprobación unánime.

He reflexionado mucho sobre el hecho de que, si no hubieran existido constituyentes jóvenes, tal vez no se hubiera aprobado una redacción positiva con base en los más altos principios de derechos humanos. Algunas y algunos podrían decir que sí, porque no parece haber mucho interés en la agenda de jóvenes. Otras y otros dirán que no, puesto que muchas personas de sociedad civil atentas al proceso hubieran buscado tener interlocución con otros constituyentes, para evitar esta grave ausencia en la Constitución de la Ciudad de México.

En este sentido retomo la reflexión y paradigma del juvenólogo uruguayo Ernesto Rodríguez de cómo, en temas de jóvenes, los adultos pretenden marcar el camino, diseñar políticas públicas sin consultarles. No obstante, también se ha asumido la postura obtusa de que los temas juveniles son un asunto exclusivo de las personas jóvenes, que las y los encargados de las políticas deben tener menos de 25 años, o que las leyes de juventud tienen que ser creadas sólo por las y los propios jóvenes. Pero la alternativa al adultocentrismo no es el juvenilismo.

La incidencia y participación juvenil – y de cualquier grupo social- debe ser amplia y multitemática, estar en todos los espacios de tomas de decisión como presupuestos, cambio climático, economía, desarrollo rural, ciencia y tecnología, entre muchos otros.

Asimismo, es necesario construir una visión intergeneracional sobre la defensa, promoción y garantía de los derechos humanos de las personas jóvenes. La interlocución entre generaciones y el respeto y diálogo de ideas, demandas, necesidades, son las bases para la construcción de una planeación de una sociedad cada vez más democrática, igualitaria, incluyente y plural.

No podemos construir negando la realidad y las necesidades de los más jóvenes, con imposición de formas y de ideas. Dejando a la juventud lo menos importante, con el argumento de su inexperiencia, excluyéndola de la toma de decisiones que definirán su futuro, un futuro que se construye desde el presente.

En la Asamblea Constituyente aún quedan pendientes temas relacionados con la participación juvenil, el más importante, la reducción de la edad para votar a los 16 años. Esta discusión reflejará la verdadera postura de muchos sobre cómo se ven las y los jóvenes en la vida política de nuestra Ciudad.

* Tobyanne Ledesma Rivera es integrante de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México.


miércoles, 18 de enero de 2017


¿Cómo vamos en la Asamblea Constituyente?

18 de enero de 2016


El día de hoy las y los diputadas Constituyentes estamos citados a las 6:00 de ma la tarde para iniciar la discusión del Dictamen de Ciudadanía de la #ConstituciónCDMX .

Mientras tanto, desde las 10:00 AM estamos trabajando en la Comisión de Ciudadanía.

La semana pasada terminó de discutirse y se aprobó en lo general y lo particular la Carta de Derechos de la CDMX, después de eso, comenzó la discusión del título 3, correspondiente al desarrollo sustentable y planeación de la CDMX. 







jueves, 5 de enero de 2017

martes, 3 de enero de 2017

Discurso de Katia D'Artigues sobre Progresividad Constitucional

Actualmente, en la Asamblea Constituyente estamos discutiendo articulo por artículo en el pleno. Este es el paso final para la elaboración del texto de la primera Constitución de la Ciudad de México. 

Hasta el momento se han aprovado 8 artículos de la Constitución, uno de los más importantes es el relacionado con la progresividad de los derechos.  


La presentación de este artículo fue realizada por la Constituyente Katia D'Artigues, les comparto aquí su discurso, que a mi parecer refleja a la perfección la importancia de este elemento en la #ConstituciónCDMX. 


Artículo 75*
De la Progresividad Constitucional
Katia D’Artigues


A lo largo de la historia, las luchas sociales se han caracterizado por exigir beneficios para la población. Quienes han tenido éxito y han logrado ampliar sus derechos y libertades buscan la certeza de que podrán conservarlos, así como la esperanza de que quizás en el futuro podrán celebrar una nueva victoria.

Si en el Articulo 3 queda claro que la máxima aspiración, el principio rector que honra esta Constitución es la dignidad humana, que además, tenemos como principio, entre otros, el respeto a los derechos humanos, es importante precisar aquí, en el Artículo 75 otro recordatorio: que en esta Ciudad, su Constitución y las leyes que de ella emanen se podrán reformar, sí… pero sólo para y cito: “ampliar, proteger y garantizar los derechos de las personas, y nunca en su menoscabo”, fin de la cita.

Es el principio de progresividad. La enunciación de que no daremos #NiUnPasoAtrás.

Así, buscamos que esta Ciudad, que se ha vuelto una isla de libertades en el contexto de un país que aún debe dar pasos para alcanzarla, el hombre que ayer se casó con otro hombre; o la mujer ( como mi compañera Lol Kin Castañeda) que se casó con su novia hace ya casi 7 años tendrá la certeza de que su matrimonio, su familia, no será anulada frente al capricho de un nuevo grupo que pudiera llegar al poder.  

Que seguiremos teniendo el derecho a la autodeterminación personal y todo lo que esta entraña… 
Derecho a la identidad, a la seguridad jurídica, a decidir de manera libre, voluntaria e informada tener hijos o no tenerlos…

Derecho a la justicia y libertad de expresión, a una cláusula de conciencia, importante tema para periodistas; a la capacidad jurídica, es decir, a decidir nuestras vidas siendo una persona con discapacidad o un adulto mayor, pero con la protección de salvaguardias y apoyos.

A creer en un Dios. O no. Y ser respetado en ambos casos. A actuar conforme a nuestras convicciones éticas.

Derechos que no podría terminar de enumerar aquí porque, aunque no son pocos los que constituyen la propuesta que discutiremos en Carta de Derechos, no son todos los que ya tenemos. Desde la aprobación de la gran Reforma en Derechos Humanos del 2011 están ahí: un verdadero universo creciente arropado tras unas cuantas líneas de nuestra Constitución federal.

No importa qué argumento se utilice, este principio prohíbe la supresión o reducción de los derechos de los habitantes de la ciudad que reconozca esta Constitución. No solamente vela por la preservación de los derechos ya obtenidos, también enuncia que permite, de manera permanente, su constante ampliación.

La progresividad es una condición sine qua non de los derechos humanos, y éstos a su vez son principios rectores de la Carta Magna que discutiremos estos días. Por eso la importancia de este Artículo 75.

Es una vacuna contra tiempos difíciles que podrían ceñirse sobre el mundo y sobre esta Ciudad. Momentos que deseamos que no lleguen nunca… pero que quedarán en este artículo, si así es votado, como candado. También como recordatorio permanente.
*Texto aprobado 
Artículo 75 
Progresividad constitucional 
En materia de derechos y libertades reconocidas en la Ciudad de México, esta Constitución y las leyes que de ella emanan, podrán reformarse para ampliar, proteger y garantizar los derechos de las personas, nunca en su menoscabo.